Hola, hola mi fiel progenie que tal os escribo desde Odessa, Texas. Concretamente desde una confortable celda dentro de una fabrica de papel. Aprovecho un descuido para comentaros un suceso.
El otro día fui visitado en mi encierro por una "pájara" (pidió enforbecidamente que su identidad quedara en el anonimato). La ave en cuestión me comento un terrible suceso que le había ocurrido, algo siniestro y horrible, que me dio que pensar (si, a mí...). A continuación os relatare los hechos tal y como me fueron contados:
Basado en un echo real. (joder, que guay que queda)
(Cuidado podrías ser el siguiente)
Una fría tarde de diciembre una joven se dirigía a su casa. En los alrededores de esta se encontraba una tienda de comestibles. Nuestra despreocupada victima entro. En ese momento no era conciente de que estaba sellando su condena de muerte. Al turrón, la chica estuvo dando vueltas por los distintos estantes. Después de unas cuantas deliberaciones la chica se decidió por un inocente envase de batido de cacao. Inocente, no precisamente unos minutos después en la soledad de su hogar, a chica procedió, despreocupadamente a degustar su batido. Con una total despreocupación procedió a agitar el envase. Entonces sucedió. Si sucedió el suceso fatal, abrió el batido y de el empezó a emerger cacao, cacao, cacao y mas cacao en una cascada sin fin. Por todas partes el marrón elemento. Ella despavorida intento tapar el efluvio con la boca ( Mmm., sugerente... Pues no). Si tíos ella es solo una victima de un Cacaolat rancio, pero ahí fuera ahí mas.
Ir con mucho cuidado chicos los alimentos están jodidos y muy cabreados vigilar con los rellenos de navidad. Ah y si veis un panetone disparar primero y preguntar después...
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Cuando los alimentos se rebotan 1
lunes, 24 de diciembre de 2007
Publicado por Aitor en 20:05 | Etiquetas: Cocina: lo que no mata engorda | |
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